“Coleccionar fotografías es coleccionar el mundo”, asentó la escritora norteamericana Susan Sontag. Para ella, la fotografía permea nuestra construcción de la realidad de manera semejante a como opera la memoria. Si toda reunión fotográfica resulta la extensión de una subjetividad, cuando una colección preserva el legado de una nación se convierte en un atributo de la memoria colectiva. Así, la colección fotográfica Ricardo B. Salinas Pliego es el testimonio de un hombre que ha decidido “descifrar, estudiar y entender un país tan rico y complejo como el nuestro, a través de sus obras de arte y objetos históricos”, en palabras de Mauricio Maillé.

La concepción, los objetivos y la trascendencia de este acervo se dilucidan en “Apuntalamientos fotográficos, pormenores de una colección”. Acorde con la exploración de los vínculos que propone la reflexión de Maillé, en el portafolio fotográfico complementario incluimos una selección de cuatro fotógrafos fundamentales para el reconocimiento de nuestro patrimonio, Désiré Charnay y Teoberto Maler, quienes documentaron el rescate de las ruinas mayas; y Guillermo Kahlo y Henry Greenwood Peabody, quienes levantaron un registro del pasado colonial.

Esta pasión por México, propia de Ricardo B. Salinas Pliego, se expresa asimismo en el patrocinio para la restauración y digitalización de los clásicos de la cinematografía nacional. Al ya vasto catálogo de películas remozadas en colaboración con la Cineteca Nacional, institución con la que Arte & Cultura del Centro Ricardo B. Salinas Pliego ha forjado una fructífera relación de trabajo, se suma Los caifanes, dirigida por Juan Ibáñez con guion de Carlos Fuentes. Para aquilatar este hito fílmico y celebrar su restauración, publicamos un ensayo de Juan Arturo Brennan. Conmemoramos, además, a su director, Juan Ibáñez (1938-2000), con una semblanza de Paulina González Villaseñor que recorre las facetas de este autor que prefirió definirse como “aventurero del acontecimiento dramático”: dirigió teatro y cine, escenificó óperas, creó coreografías, espectáculos de cabaret, actuó y escribió.

La memoria es esencialmente una lucha contra el olvido y en los terrenos históricos implica dar voz a los diversos actores de un suceso para ponderarlo objetivamente. Este 2023 ha sido proclamado por el Gobierno de México “Año de Francisco Villa, el revolucionario del pueblo”, quizá sin reparar en los testimonios y pruebas históricas cada vez más abundantes del rastro criminal del duranguense. Como una valiosa contribución a la historia cabal de México, ofrecemos a nuestros lectores un estudio de Raúl Herrera, abocado a rescatar la memoria de las víctimas de Villa y a señalar la complicidad de la narrativa filovillista para instaurar el mito de un revolucionario social soslayando sus tropelías.

No todos los centenarios son polémicos ni suscitan debates. Dos conmemoraciones de celebración unánime son los 100 años de la fundación de la Bauhaus, una forma de entender el arte que transformó no sólo a la estética sino a nuestra vida diaria, y el centenario del nacimiento del gran escritor colombiano Álvaro Mutis (1923-2013), poeta y novelista cuya carrera se afianzó en México. A estas efemérides jubilosas dedicamos sendos artículos firmados por Luis Rodríguez Morales y Felipe Jiménez, respectivamente.

La memoria de un país y de una lengua arraiga en los poetas, esos intérpretes del habla esencial de un pueblo. Guillermo Sheridan, en “Fuensanta en su cuerpo”, enfoca con nueva luz a la musa por antonomasia de Ramón López Velarde, abordándola como “corporeidad” más que como ideal. Completan la oferta de este número estival dos ensayos que reflexionan, por un lado, sobre la lectura, y por el otro sobre la relación de Jorge Luis Borges –cuyo primer libro, Fervor de Buenos Aires (1923), acaba de cumplir cien años de publicado– con las mujeres. El autor del primero es Raúl Falcó, a quien damos la bienvenida como colaborador frecuente de nuestra revista, y el del segundo, Rafael Antúnez.