Guillermo Kahlo (Pforzheim, Alemania, 1871–Ciudad de México, 1941). Fotógrafo mexicano– alemán padre de Frida Kahlo.
Kahlo contó con una sólida reputación como fotógrafo especializado en “Edificios, Interiores de habitaciones, Fábricas, Maquinaria, etcétera”, y, en 1904, fue contratado por el gobierno de Porfirio Díaz para documentar el inventario de los bienes inmuebles propiedad de la Federación, en el marco de los festejos del Centenario de la Independencia de México. El trabajo de Guillermo Kahlo constituye uno de los primeros testimonios fotográficos de la arquitectura mexicana. En sus imágenes, logra transmitir un auténtico sentido de monumentalidad, g
racias a sutiles juegos de luces y sombras. La muy escasa presencia humana contribuye a la sensación de atemporalidad y grandeza de los lugares y edificios retratados.
La imagen nos muestra a dos mujeres paradas sobre una de las cúpulas de la Capilla Real de Naturales en San Andrés Cholula, Puebla, así mismo al fondo de la imagen, en el último plano se aprecia el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios (construido en la cima de la Gran Pirámide de Cholula).
Estamos viendo una foto espléndida de Guillermo Kahlo. Lo primero que vemos es este mar de bóvedas de las luces y las sombras, y atrás, al final, vemos otra iglesia en lo que parece un cerro; en realidad, es la Gran Pirámide de Cholula. Observamos a dos mujeres en un círculo blanco; la centralidad en que aparecen es una composición perfectamente equilibrada; a primera vista, no se notan, parecieran parte de la arquitectura. En realidad, ellas hacen y construyen una imagen diferente. Y con esto se trastoca el mito del fotógrafo solitario: don Guillermo viajando por todo el país, solo o con únicamente uno o dos ayudantes que cargaran todo su equipo fotográfico. Aquí vemos que no; iba con su esposa y con sus hijas.
ROSA CASANOVA
Investigadora fotográfica
Charles Betts (C.B.) Waite (Akron, Ohio, Estados Unidos, 19 de diciembre de 1861 – Los Ángeles, California, Estados Unidos, 22 de marzo de 1927). Fotógrafo. En 1896 viajó a la Ciudad de México, donde abrió un estudio y se dedicó a fotografiar la vida cotidiana del país durante 17 años. Su trabajo comercial se reproducía en libros, folletos, postales y numerosos periódicos. Tanto el Gobierno mexicano como el sector empresarial tenían interés en utilizar la fotografía como medio para promover el país, así que Waite y otros fotógrafos enfocaron más sus lentes en el progreso que en el pasado mexicano. Sus imágenes de ciudades en transición, durante un largo período de relativa estabilidad política, mostraban la transformación generada por proyectos de ingeniería como túneles, ferrocarriles, puentes, presas y líneas telefónicas, lo que atrajo a los inversionistas extranjeros. Muchas de las imágenes de Waite se convirtieron en postales en blanco y negro, algunas coloreadas años después. En la Fototeca de Pachuca se conservan unos 3 mil 500 negativos suyos.
Esta fotografía, captada por el gran fotógrafo C. B. Waite, un 5 de mayo a principio del siglo XX, nos revela lo que era el Zócalo capitalino en esa época. Una plaza blanda, blanda por la presencia de árboles, blanda por la presencia de diversas clases sociales que compartían el espacio para celebrar ese 5 de mayo. Observamos a mujeres elegantemente ataviadas con polizones y con paraguas, así como a caballeros con sombreros de copa y bastones. No sin ello, ver a gente del pueblo con una vestimenta mucho más humilde y a campesinos ataviados a la usanza zapatista. Llama la atención el toldo de una empresa de sillas que alquilaba sillas justamente para que las personas observaran a los demás. El espacio público es el lugar de la otredad. Shakespeare decía que las ciudad es la gente y esa gente que estaba ahí reunida nos revela, paradójicamente, el de una plaza blanda en la época porfirista. Y hoy, en nuestros días, el Zócalo es una plaza dura, pétrea, de los regímenes emanados de la revolución que se consideran democráticos.
FELIPE LEAL
Arquitecto
Richard Hewitt (o Hewett) Stewart (1902 – Columbia, Maryland, Estados Unidos, febrero de 2004). Fotógrafo. Se crió en Washington, D.C. En 1924 empezó su trabajo para laNational Geographic Society como técnico del laboratorio fotográfico y su primera tarea fue fotografiar el volcán Pavlof, en Alaska, en 1928. Hay imágenes suyas que muestran surfistas en la playa de Waikiki, Honolulu, en 1937. Al año siguiente, Stewart acompañó a Matthew Stirling como miembro de su equipo de investigación arqueológica, y continuó con esa actividad en las ocho expediciones siguientes a Veracruz y Tabasco, en México, de 1939 a 1946. Las fotos de Stewart fueron publicadas en los reportajes de la revista National Geographic Society sobre las excavaciones en La Venta, Tabasco, que descubrieron las gigantescas cabezas olmecas, investigaciones patrocinadas por el Smithsonian Institution. Aunque se especializó en la fotografía, filmó también varios documentales sobre los hallazgos arqueológicos. Stewart y Stirling también colaboraron en 1948 y 1949 en una expedición arqueológica a Panamá. Después de colaborar con su colega del Smithsonian durante una década, el trabajo de Stewart con la National Geographic Society lo llevó a diversos y alejados sitios alrededor del mundo hasta su jubilación, en 1966. Richard H. Stewart murió en febrero del 2004 a la edad de 102 años.
Aquí vemos una imagen donde aparece Matthew Stirling, un arqueólogo que vino a México y quedó fascinado por las cabezas olmecas porque encontró fechas mucho más antiguas que las que correspondían a la cultura maya. Y esto cambió completamente toda la idea de la cronología del ámbito prehispánico, donde ya no eran los mayas la cultura ancestral y más antigua, sino los olmecas, la zona del Golfo. Una de las cosas más interesantes de esta fotografía es que muchas veces vemos al arqueólogo al lado del monumento como triunfantemente dominándolo. Y aquí, con un encuadre muy cerrado y con el arqueólogo en cuclillas al lado de la cabeza, tenemos totalmente otra sensación; como si fuera la cabeza la que hubiera cazado al arqueólogo. Sabemos que las cabezas olmecas fueron retratos que, a diferencia de otras figuras prehispánicas, no son de tipos ideales, sino realmente retratos de personas. Esta cabeza en particular tiene mucha vida porque se le ven los dientes y tiene esta expresión muy particular en la boca y en los rasgos de la cara. Hay algo muy desconcertante de este doble retrato donde el arqueólogo está al lado con una expresión tan parecida, donde se vuelven de alguna manera compañeros de viaje.
SANDRA ROZENTAL
Antropóloga
Mauricio Maillé es gestor cultural especializado en exposiciones, museos y espacios públicos. Ha sido gestor de proyectos editoriales y plataformas digitales, particularmente, de cine y fotografía; y ha desarrollado proyectos en el sector audiovisual. Fue parte de Fotos por México, iniciativa altruista para recaudar fondos para el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de Nutrición Salvador Zubirán durante la pandemia de la covid-19. Mediante donaciones de obra de más de doscientos fotógrafos y la participación de más de dos mil mecenas, se aportaron al hospital cerca de siete millones de pesos.