Resuenan en el vocablo ‘efeméride’ sedimentos griegos y latinos, y desde que Cicerón comenzó a utilizarlo en el sentido de “registro de los sucesos diarios”, pasó paulatinamente a denotar “conmemoración”. Hay, claro está, otro sentido, empleado por Plinio el Viejo, quien vivió un siglo antes que el orador y retórico, el cual denomina el cálculo de las posiciones de las estrellas y los planetas en cada fecha, una tabla astronómica. Hoy, sin embargo, la voz es antonomástica de “acontecimiento”. Diríase por ello que en su caudal semántico se escucha también el río de la memoria, ese cauce que impide que el olvido destruya todo aquello que de perdurable hay en la humanidad.
Abrimos este número de otoño evocando al gran humanista mexicano Ernesto de la Peña (1927-2012). El pasado 10 de septiembre se cumplió su 10.o aniversario luctuoso, y como parte de los fastos ofrecemos a nuestros lectores un breve dosier. Sergio Vela dibuja una semblanza a vuelapluma de este escritor, quien construyó un puente “hacia las provincias de la inteligencia y del conocimiento”. Completan el tributo, una entrevista con María Luisa Tavernier, viuda y heredera de su acervo, además de editora de su obra póstuma; el ensayo con que el poeta Vicente Quirarte saludó la aparición de Palabras para el desencuentro en 2005; y un poema del propio De la Peña, El sol nocturno, auténtico testamento poético que irradia profundidad y lírica belleza.
La conmemoración implica, no pocas veces, recapitular, es decir, recordar de manera ordenada con una evaluación. Así, el medio siglo del Festival Internacional Cervantino motiva una recapitulación sobre su origen, su desarrollo y su porvenir. Sergio Vela traza dicho arco temporal a partir de su propia experiencia como director general del FIC en los años de 1992 a 2000.
A la indispensable tarea de evaluar los frutos se abocan igualmente los músicos responsables del Festival Internacional del Órgano Barroco, que en 2022 cumple treinta años. Nuestra memoriosa, amorosa mirada, com- prende asimismo sendos ensayos que celebran los centenarios de dos obras maestras de la poesía: La tierra baldía de T. S. Eliot y Trilce de César Vallejo, publicadas, guiño del azar, en octubre de 1922.
Presentamos también panorámicas sobre En busca del tiempo perdido (este 18 de noviembre se cumplirá el centenario luctuoso de su autor, Marcel Proust); la relación de Calderón de la Barca con el Romanticismo alemán; las peculiaridades del estilo interpretativo de Glenn Gould; y la importancia de los intermezzi en la tradición musical barroca. El emotivo y lúcido ensayo sobre el gran poema de Eliot es uno de los últimos textos del gran poeta David Huerta, cuya muerte, acaecida el 3 de octubre mientras concluíamos esta edición, nos conmueve y afecta, hondamente. Sirva la publicación de este asedio crítico como el primero de los homenajes que, sin lugar a dudas, dedicaremos próximamente a quien fue uno de nuestros grandes poetas, críticos y eruditos de la poesía.
Este número de otoño, época de vientos y de atmósferas tenues, invita a disfrutar la cosecha de las simientes sembradas en los días luminosos. La memoria será siempre un acto de luz y de dilucidación. Sean bienvenidos al banquete conmemorativo.