Pocos compositores encarnan tan bien el espíritu de la modernidad como Ígor Stravinski. De un primitivismo arraigado en las tradiciones folclóricas rusas habría de transitar paulatinamente hacia un neoclasicismo de índole apolíneo, y tras la formulación de este credo antirromántico, concluiría su asombrosa progenie creativa con composiciones que inciden dentro del serialismo. Ciertamente, en el arte abundan los casos de artistas que mudaron de estilo al paso de las temporadas, pero en la música no es frecuente esta metamorfosis, y mucho menos que se asuma con la perfección y el dominio que manifestó este gran autor de partituras para ballet, óperas y cantatas, además de sinfonías y repertorio para cámara. Para conmemorar el quincuagésimo aniversario luctuoso de este clásico del siglo XX, en este número de Liber analizamos su legado con un ensayo que dilucida esta cualidad multifacética, “Stravinski y el clasicismo: itinerario o laberinto”, de Santiago Martín Bermúdez, donde el escritor español se pregunta los motivos de estas alteraciones estéticas y proclama que el ruso fue un artista de muchas caras.
Para completar este pequeño dossier, Ricardo Gallardo, director musical de Tambuco, sin duda el ensamble de percusiones más importante de América Latina, brinda un testimonio sobre la importancia de Stravinski para él, al tiempo que propone que la reconciliación entre la música tradicional y la música contemporánea, presente en la obra del genio eslavo, sucedió gracias a la elección de los instrumentos de percusión como catalizadores naturales. Como agregado, incluimos una reseña de la fuente Ígor-Stravinsky, enclavada en la plaza homónima, en el emblemático barrio de Beaubourg, cuyo atractivo son las esculturas de Jean Tinguely Niki de Saint Phalle inspiradas en piezas señeras del músico.
El ámbito literario nacional se encuentra marcado en 2021 por el doble centenario conmemorativo en torno a Ramón López Velarde: los cien años de su defunción, acaecida el 19 de junio de 1921; y la centena de la publicación de su magno poema La suave Patria, en la revista El Maestro, en ese mismo mes y año. Por ello, continuamos la celebración del gran poeta zacatecano y ofrecemos dos perspectivas inéditas sobre su legado. Vicente Quirarte traza un panorama de la presencia de López Velarde en El Colegio Nacional y de cómo la mayoría de sus miembros ha acusado la recepción de su obra. En tanto que Fernando Fernández, editor de Liber, escruta en las páginas de Salvador Novo para ofrecer nuevas vistas de la enigmática Margarita Quijano, la “dama de la capital”, musa última del poeta.
Completamos nuestro número con ensayos sobre Bona Tibertelli de Pisis, artista y personaje polémico ligado a la órbita surrealista; la relación entre Hernán Cortés y Carlos V; y el balance del arte virreinal novohispano que se pudo rescatar tras el lamentable incendio de la iglesia de Santiago Apóstol, en Nurío, Michoacán. En suma, nuestra edición de verano es una invitación a reflexionar sobre tradiciones y herencias diversas.