Siete variaciones sobre el dueto “Bei Männern, welche Liebe fühlen”, de la ópera Die Zauberflöte, de Mozart, WoO 46
Tema: Andante
Variación I
Variación II
Variación III
Variación IV
Variación V: Si prenda il tempo un po più vivace
Variación VI: Adagio
Variación VII: Allegro ma non troppo
El crítico musical Juan Arturo Brennan nos habla de la obra:
Escuchen en nuestra playlist Beethoven 250, las Siete variaciones WoO, de Beethoven, en la interpretación de Csaba Onczay, violonchelo, y Jenő Jandó, piano
Una grabación del sello Naxos
Sonata para violonchelo y piano n.º 2 en sol menor, op. 5 n.º 2
I. Adagio sostenuto ed espressivo – Allegro molto più tosto presto
II. Rondo: Allegro vivace
El crítico musical Juan Arturo Brennan nos habla de la obra:
Escuchen en nuestra playlist Beethoven 250, la Sonata para violonchelo y piano n.º 2 en sol menor, op. 5 n.º 2, de Beethoven, en la interpretación de Maria Kliegel, violonchelo, y Nina Tichman, piano
Una grabación del sello Naxos
Sonata para violonchelo y piano n.º 3 en la mayor, op. 69
I. Allegro, ma non tanto
II. Scherzo: Allegro molto
III. Adagio cantabile – Allegro vivace
El crítico musical Juan Arturo Brennan nos habla de la obra:
NOTAS AL PROGRAMA 1
por Juan Arturo Brennan
La música es la tierra eléctrica en la que el espíritu vive, piensa e inventa.
Ludwig van Beethoven
Los hombres que sienten el llamado del amor / tienen un corazón gentil
Compartir estos dulces deseos / es el primer deber de las mujeres
Gozaremos del amor / Para el amor vivimos
El amor endulza toda pena / Todas las criaturas se rinden ante él
El amor sazona nuestros días en la tierra / El amor está presente en todo
Su elevada meta es clara / Nada es más noble que marido y mujer
Marido y mujer / Mujer y marido / Ascienden a la divinidad
Estas amorosas palabras son cantadas en un sencillo y transparente dueto por Pamina y Papageno (quienes no son, ni buscan ser pareja) en el primer acto de la ópera Die Zauberflöte (‘La flauta mágica’, K. 620) de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791). Esta obra maestra del género del Singspiel alemán data del último año de vida del compositor salzburgués; después de ella, Mozart alcanzaría a componer una sola obra escénica más, La clemenza di Tito (‘La clemencia de Tito’, K. 621). Decir que la partitura de Die Zauberflöte está llena de melodías memorables y perdurables sería una especie de redundancia: ¿qué obra de Mozart no lo está? Pero es un hecho histórico que la riqueza melódica de esta ópera se convirtió muy pronto en fuente de diversas intervenciones (por usar un término muy en boga en la discusión contemporánea del arte) a cargo de compositores de distintos estilos y orientaciones. Dos ejemplos, entre varios otros, que vienen de inmediato a la memoria: el español Fernando Sor (1778-1839) y el ruso Mikhail Glinka (1804-1857).
En el año 1801, Ludwig van Beethoven (1770-1827) redactó una serie de siete variaciones sobre la materia musical del dueto arriba citado, conocido por su íncipit en alemán como Bei Männern welche Liebe fühlen. Se trata de una obra que bien puede ser inscrita en el rubro de la música de salón, que no exige de los intérpretes un alto nivel de virtuosismo, y en la que el procedimiento de variación está manejado de una forma tradicional. La natural admiración de Beethoven por Mozart queda evidenciada en el hecho de que de sus tres series de variaciones para violonchelo y piano, dos están basadas en temas de Die Zauberflöte. Más interesante aún es la simpatía de Beethoven por Papageno, por cuanto compuso también unas variaciones sobre otro episodio de la ópera mozartiana cuyo protagonista es, también, el osado y enamoradizo pajarero: se trata de las Variaciones Op. 66 sobre el aria Ein Mädchen oder Weibchen que Papageno canta en el segundo acto de la ópera.
Beethoven dedicó las Variaciones WoO 46 al conde Johann Georg von Browne-Camus, a quien solía referirse como “el primer patrono de mi musa”.
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La música es, en verdad, la mediadora entre la vida intelectual y la vida sensual: la única entrada incorpórea al mundo superior del conocimiento que comprende a la humanidad, pero que la humanidad no puede comprender.
Ludwig van Beethoven
Entre 1796 y 1815, Beethoven realizó una contribución moderada pero importante al repertorio de la combinación de violonchelo y piano. Para esta dotación, Beethoven compuso cinco sonatas y tres series de variaciones, dos de ellas sobre música de Mozart, y una más basada en Georg Friedrich Händel (1685-1759).
El año 1796 le dio a Beethoven la satisfacción de tener reunidos en Viena a sus hermanos Nikolaus Johann y Caspar Carl. Al inicio de 1796, el pianista/compositor inició una gira de conciertos cuyo destino principal fue Praga. La correspondencia de Beethoven durante la gira lo muestra optimista y satisfecho. Después de visitar otras ciudades, llegó a Berlín, donde tuvo la oportunidad de tocar en diversas ocasiones para el rey Federico Guillermo II de Prusia. El establecimiento musical del monarca incluía a algunos músicos de alto nivel, entre los que destacaba su primer violonchelo, Jean-Pierre Duport, quien se había incorporado a la orquesta de la corte en Potsdam en 1773. Beethoven aprovechó la presencia y el prestigio de Duport para componer sus dos primeras obras para violonchelo y piano, las sonatas que conforman su Op. 5; Beethoven y Duport estrenaron ambas piezas en presencia del rey. Las dos Sonatas Op. 5 fueron realizadas por el compositor bajo un modelo formal aún tentativo, en sólo dos movimientos; el primero, con una introducción lenta seguida de un allegro, y el segundo, un rondó vivaz y extrovertido.
Beethoven dedicó las dos Sonatas Op. 5 al rey Federico Guillermo II de Prusia.
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Beethoven puede escribir música, gracias a Dios; pero no puede hacer ninguna otra cosa en este mundo.
Ludwig van Beethoven
Once años después de redactar las sonatas para violonchelo y piano Op. 5, Beethoven abordó la creación de la tercera de sus obras en este género, la Sonata Op. 69, que data de 1807-1808. En la primavera de 1807, Beethoven había obtenido un contrato para la publicación de algunas de sus obras en Inglaterra, gracias a su colega Muzio Clementi (1752-1832). Más tarde, el príncipe Nikolaus Esterházy le encargó una misa para la celebración del onomástico de su esposa. En el proceso de concluir este nuevo encargo, Beethoven pasó tiempo en Baden, en Eisenstadt (para el estreno de la misa) y en Heiligenstadt. Fue por estas fechas que el compositor concluyó la redacción de su emblemática Quinta sinfonía y puso en papel la mayor parte del material de su Sonata Op. 69 para violonchelo y piano. En esta obra, Beethoven ya se apega a una estructura más tradicional en tres movimientos, y si bien es cierto que conserva la idea de un movimiento preludiado por un adagio al que sigue un allegro, aquí el compositor lo reserva para el final de la sonata. De manera más tradicional, el primer movimiento es un Allegro, ma non tanto desarrollado en la forma usual, y es seguido por un Scherzo (Allegro molto) que incluye el ya tradicional trío, semejante a un vals. La Sonata Op. 69 fue estrenada en marzo de 1809 por el violonchelista Nikolaus Kraft y la pianista Dorothea von Ertmann.
Como tantas otras obras de Beethoven, la Sonata Op. 69 está dedicada a un miembro de la nobleza, su amigo el barón Ignaz von Gleichenstein, violonchelista amateur, funcionario del Departamento de Guerra y cómplice del compositor en algún lance amoroso.
