Inicio este recorrido del ajedrez mundo con una creencia, una historia entre dos héroes…
I. Grecia antigua
Aquiles y Áyax se enfrentan en un juego que algunos expertos han comparado con el backgammon y otros con las damas o el ajedrez. Esta curiosa escena no ha podido ser explicada por los mitógrafos, porque Homero no la describe ni en la Ilíada ni en la Odisea (800 700 a. C.). Se considera, por tanto, un motivo creado posteriormente, que pretendería mostrar tan sólo una escena cotidiana de los guerreros en sus momentos de descanso. También se ha buscado un simbolismo en el hecho de que los dos luchadores encontrasen un destino fatal en las llanuras de Troya (Guerra de Troya, 1194–1184 a. C.). Otra interpretación es que Aquiles y Áyax no están jugando por simple placer, sino que apuestan algo importante; podrían estar decidiendo quién se enfrentará al héroe troyano Héctor.
Encontramos una referencia medieval en la Crónica troyana (siglo xiv), donde se menciona el juego de ajedrez: “E este [Duglast] sabía mejor l’axadrez de todos los otros del mundo que aquel tiempo eran” (líneas 490–491).
II. India, siglo v a. C.
Harold Murray señala en su libro de 1913, Historia del ajedrez (A history of chess), que la mayoría de los expertos concuerdan en que el ancestro más antiguo del ajedrez es el chaturanga –o “juego del ejército”––, que desde el siglo v a. C.[1] designaba a las cuatro partes del ejército indio –carros, elefantes, caballería e infantería.
La referencia más antigua al chaturanga se encuentra en el Majábhárata (texto épico-religioso del siglo iii a. C.). Se cree que el juego se utilizaba para representar una batalla y de esa manera idear estrategias en el campo. Del chaturanga proviene el shatranj, como lo muestra la figura de “Krishna y Radha”, una variante jugada principalmente en Persia que conserva la mayoría de sus características.
Partida de ajedrez de la corte persa. Ilustración del Shãh-nãmeh (El libro de los Reyes) de Abu'l Qasim Ferdousí (935–1020). Museo Meropolitano de Arte, Nueva York.
III. Persia antigua
Si bien el origen del ajedrez se sitúa en la India antigua, es en Persia en donde adquiere la sofisticación y popularidad que lo llevan a Occidente a través de los árabes. Los primeros maestros de ajedrez conocidos vivieron en Persia, como Abú-Gafiz, segunda mitad del siglo viii y Zairab, primera mitad del siglo ix.
En el 874 Al Razi escribe Elegancia en el ajedrez y un siglo más tarde Al Suli escribe su Libro de ajedrez (946). En 1140, Rabrab presenta su Libro de problemas de ajedrez, en el que aparece por primera vez un estudio sobre los finales de rey y torre contra rey y alfil.
Omar Khayyam (poeta persa del siglo XI).
En la poesía de Omar Khayyam, matemático, astrónomo y poeta persa (1084–1131), encontramos esta referencia y gusto del ajedrez.
Todo es un tablero de ajedrez de noches y días.
Donde el destino, con hombres como piezas, juega:
Acá y acullá mueve, para y da jaque mate,
Y uno por uno, vuelve a ponerlos en la caja.
Veamos algunas representaciones del juego de ajedrez en dos manuscritos persas de los siglos XIII y XV:
Manuscrito de Haft awrang (Siete tronos) del poeta persa Jami representando a dos jugadores de ajedrez, siglo XV.
VI. La conquista árabe
Cuando los árabes dominaron Persia en 651, el profeta Mahoma ya había muerto, lo que provocó un largo debate entre los teólogos islámicos sobre la legalidad del juego. Se permitió si practicaban bajo las condiciones de no apostar, no pelear, no blasfemar y no usar piezas con representación figurativa. Fueron los primeros en estudiar un método de análisis en fases: apertura, medio juego, final.
El juego se hizo popular entre los califas, que patrocinaban a los mejores jugadores de su corte. A comienzos del siglo ix, el célebre califa de Bagdad Harún al-Rashid (766–809) ofrece a Carlomagno (768–814) un ajedrez de mármol, del que sólo quedan algunas piezas en la biblioteca de París. Sin embargo, a Carlomagno le debió interesar tanto que se conservan objetos relativos al ajedrez que le pertenecieron como el relicario.
V. Castilla, siglo XIII
Al final del siglo IX, el ajedrez fue ampliamente aceptado y difundido en el mundo árabe, siendo llevado al norte de África, Sicilia y la península ibérica. Introducido en Europa por los árabes alrededor del siglo x, a través de la conquista de España, rápidamente llegó a ser popular, alcanzando todo el continente europeo a finales del siglo XI.