A partir de 1990 visité Morelia, cuando empecé a conocer la vida de Miguel Bernal Jiménez (1910-1956). Desde entonces, todo lo que tiene que ver con las huellas que ha dejado en este mundo me interesa. Preparé el catálogo de sus obras y me aventuré a escribir su biografía. ¿Quién fue Miguel Bernal Jiménez? No sólo fue un autor michoacano de música indispensable: el Cuarteto colonial (1937), la Misa guadalupana Juandieguito (1945), Tres cartas de México (1949), el Retablo medieval. Concertino para órgano y orquesta (1949), La saltapared (1951), El chueco (1951),Carteles (1952), Antigua Valladolid (1954), sino igualmente un brillante organista, director de coro y de orquesta, investigador. Fundó y dirigió el Conservatorio de las Rosas (1945) y la revista de música sacra Schola Cantorum (1939-1974), y asimismo fue profesor y publicó libros y artículos sobre música sacra, didáctica y musicología.
¿Qué hacemos para escuchar música?
Luis Cardoza y Aragón decía que “la poesía es la única prueba concreta de la existencia del hombre”; yo añadiría que, igualmente, la música es la que define al ser humano. Nunca dejamos de escuchar: es imposible cerrar los oídos a voluntad, igual que nunca dejamos de percibir aromas por la nariz; en cambio, sí es posible cerrar la boca o los ojos. Escuchar música es un proceso muy complejo, físico y emocional. Para ello, recurrimos a nuestros dispositivos; o bien, la imaginamos: tarareamos, cantamos, silbamos, hacemos música o acudimos a un concierto. Los festivales son una buena opción para escuchar música, sobre todo si se realizan en bellos lugares; son una fiesta y un ritual. Su éxito depende, en gran medida, de los intérpretes, la programación, las actividades y la estructura. Son, también, programas educativos no formales; pertenecen a la industria cultural y, a la vez, son actividades turísticas y espacios para disfrutar.
Los festivales de música poseen una larga historia: datan, en términos generales, de la antigua Grecia. Desde el siglo XX, la organización de festivales de música en todo el mundo ha sido muy abundante. Desde su origen remoto, han sido sitios de peregrinación a los que asisten los melómanos: una “secta” que no sabría vivir sin escuchar música. Los melómanos, seres aprisionados por la magia sonora, a quienes emociona el momento en el que el silencio se transforma en sonido musical y sienten algo maravilloso en el pecho; los melómanos que se quedan como hipnotizados cuando surge el sonido e imaginan historias inenarrables. Los melómanos, en fin, que al terminar la escucha se llevan la música por dentro. Los festivales de música son siempre actividades colectivas, muchas veces urbanas, con liturgia propia y compartida. En cuanto oferta de bienes culturales, cada festival tiene su historia e identidad.
“Muchas ciudades poseen su propio festival, el cual les otorga un sello de distinción. Morelia, capital de Michoacán, es un buen ejemplo”.
Festivales
Los festivales de música que se llevan a cabo en la república mexicana son sumamente variados. Los hay temáticos: de música antigua, contemporánea, tradicional, electroacústica, popular; de órgano, piano, rock, jazz y otros géneros vocales e instrumentales; nacionales e internacionales. Muchas ciudades poseen su propio festival, el cual les otorga un sello de distinción. Morelia, capital de Michoacán, es un buen ejemplo. En esa magnífica y polifónica ciudad tuvo su origen un festival peculiar que ha tenido cinco nombres, cinco movimientos: Festival de Morelia (1952), Festival Internacional de Música (1989), Festival Internacional de Música de Morelia (1993), Festival Internacional de Música de Morelia “Miguel Bernal Jiménez” (2002) y Festival de Música de Morelia “Miguel Bernal Jiménez” (2009); este último nombre lo conserva hasta la fecha.
El Festival de Música de Morelia es anual, y desde su fundación ha buscado difundir, conservar y promover “música clásica” o “de concierto”, como se la suele nombrar. Su vocación académica siempre ha estado presente. En 1989, y durante varios años, estuvo ligado íntimamente al Conservatorio de las Rosas, una institución educativa creada como asociación civil por Miguel Bernal Jiménez en 1945. El compositor fundó, igualmente, el Coro de los Niños Cantores de Morelia, agrupación que dirigió el veneciano Romano Picutti (1908-1956) desde 1949 hasta su muerte y que ha llegado a ser un símbolo de esa ciudad.
En el festival se programan obras de compositores mexicanos y del canon internacional; es cuna de estrenos y encargos, además de acoger a intérpretes del mayor nivel artístico del mundo. Su programación ha sido ecléctica, pero también puntualmente dedicada a Italia, España, Japón, Brasil, Cuba, el Reino Unido o la Unión Europea (la cual comprende 18 países).
Organización independiente que percibe apoyo de los gobiernos federal, estatal y municipal, además de algunas dependencias y programas gubernamentales, ha recibido, asimismo, respaldo de la iniciativa privada, de los servicios turísticos estatales y del público presencial y a distancia (radio, televisión e internet). Sería imposible mencionar a todos. Es grato apreciar que el Festival de Música de Morelia es de Michoacán y de México, y que entre todos lo hacen posible.
Un proyecto familiar de tres generaciones
Tal vez sólo algunas personas conocen el lejano origen del Festival de Morelia. Su primer trazo se remonta a 1952, cuando Miguel Bernal Jiménez era un compositor afamado quien vivía en Morelia y se encontraba en trance de dejar el país. Tres ejes vertebraron ese festival, como puede leerse en el proyecto original[1]: manifestaciones musicales, manifestaciones artísticas de otra índole y manifestaciones de orden turístico comercial. Animaban el ambicioso proyecto varios propósitos: divulgar la música mexicana (sinfónica, coral y de cámara); promover a sus intérpretes (dando prioridad a los músicos nacionales); divulgar el arte en general en sus variadas manifestaciones (ópera, ballet, teatro, artes plásticas, cine, arte folklórico); promover el turismo cultural; y crear una fuente de ingresos para los artistas y para Michoacán. Debo decir que el archivo personal del compositor, donde se localiza este documento, se ha conservado gracias a Kitty[2] –viuda de Miguel Bernal Jiménez – y a Eugenio Bernal Macouzet.
Habituado a realizar proyectos titánicos, Miguel Bernal Jiménez imaginaba el Festival de Morelia con una estructura muy amplia; además de lo ya mencionado, incluía concursos nacionales e internacionales: canto, coro, violín y piano, y un concurso internacional de cine. Las actividades durarían de cuatro a seis semanas al año, para finalizar con regatas en el lago de Pátzcuaro. Concebir un proyecto más complejo me parece imposible. En el comité ejecutivo figuraban tres directores: Miguel Bernal Jiménez, Romano Picutti y Roberto Silva (1908-1965). En 1952, no hubo condiciones propicias para la realización del festival, como tampoco en los años siguientes. En 1953, Bernal Jiménez se mudó con parte de su familia a Nueva Orleans, de donde regresaría a México en julio de 1956, para morir componiendo.
“Aunque su gran talento musical, formación académica y bonhomía tuvieron amplio reconocimiento en México, la política cultural del Estado y la intolerancia política fueron obstáculos insalvables para que continuara viviendo en el país”.
En septiembre de 1952, estrenó el retablo coreográfico Los tres galanes de Juana en el Palacio de Bellas Artes con la Orquesta Sinfónica Nacional y los Niños Cantores de Morelia. En diciembre terminó la extraordinaria suite para piano, Carteles. Ese mismo año, empezaría a despedirse de Morelia. La situación en México no era propicia para mantener a diez hijos siendo compositor, organista, director de coro, investigador y pedagogo. Bernal Jiménez nunca residió en la Ciudad de México ni perteneció al grupo hegemónico a cargo de la política cultural; católico, además de ser inevitablemente un compositor nacionalista, era un compositor sacro. Para complicar aún más su situación, en ese momento estaba afiliado al Partido Acción Nacional (PAN), al que se sumó en apoyo al proyecto de Manuel Gómez Morín (1897-1972). Aunque su gran talento musical, formación académica y bonhomía tuvieron amplio reconocimiento en México, la política cultural del Estado y la intolerancia política fueron obstáculos insalvables para que continuara viviendo en el país. Como su gran talento era valorado también internacionalmente, fue invitado a impartir clases en la Facultad de Música de la Universidad de Loyola, en Nueva Orleans, de la que muy pronto se convertiría en decano.
Muchos años después, dos de sus hijos tomarían la batuta para dar vida al Festival de Morelia en una nueva versión; al morir ellos, empero, el festival no murió. La tercera generación estaba preparada para continuar.
Un festival premiado
“Cuesta lo mismo pensar en grande que en pequeño, la diferencia son los resultados”[3], tal fue la premisa que lanzó Miguel Bernal Macouzet en 1989, año de la primera emisión del Festival Internacional de Música; una premisa que ha llevado al festival a renovarse, año tras año, y a producir constante asombro entre un público en constante crecimiento.
“Aun sin haberse llevado a cabo en el momento de su primer trazo, el Festival Internacional de Música de Morelia puede considerarse como el primer gran festival de música de concierto, nacido en México, con más de treinta años de existencia”.
En julio de 1989, Miguel Bernal Macouzet (1940-2011) y Eugenio Bernal Macouzet (1948-2009), hijos de nuestro compositor, hicieron posible la existencia del Festival Internacional de Música de Morelia. Para su primera realización fue invaluable el apoyo brindado por el gobierno del Estado, del municipio y de instituciones públicas y privadas. Tres personajes, entre otros, respaldaron las primeras emisiones del festival: Fernando Lozano, Manuel Enríquez y Rafael Tovar y de Teresa. Aun sin haberse llevado a cabo en el momento de su primer trazo, el Festival Internacional de Música de Morelia puede considerarse como el primer gran festival de música de concierto, nacido en México, con más de treinta años de existencia.
“El festival se extiende ahora, con una renovada visión, a varios municipios de Michoacán y a otros estados del país”.
En 2009 el festival mereció la Medalla Mozart, que confiere el gobierno austriaco; y en 2015, la presea Generalísimo Morelos, del Ayuntamiento de Morelia –cabe recordar que Bernal Jiménez la recibió en 1945–. En 2016, se otorgó al festival el Premio Michoacán a la Competitividad. Actualmente, quien dirige el Festival de Música de Morelia “Miguel Bernal Jiménez” es Verónica Bernal Vargas, hija de Miguel Bernal Macouzet. Así, la tercera generación de la numerosa familia Bernal Macouzet continúa, mutatis mutandis, aquel magno proyecto del compositor. El festival se extiende ahora, con una renovada visión, a varios municipios de Michoacán y a otros estados del país.
Intérpretes
Resultaría absolutamente imposible mencionar a cada orquesta, director, agrupación y solista de México y del mundo que han deleitado a los melómanos asistentes al festival con música de varios géneros. Se puede asegurar, en términos generales, que han sido programas de excelencia.
Actividades paralelas y académicas
Además de los conciertos y recitales, el festival ha enriquecido su oferta cultural con otras actividades. Así, organiza cursos, conferencias, clases magistrales, exposiciones, recorridos gastronómicos, actividades infantiles. Hubo tres concursos: el Concurso Latinoamericano de Violonchelo “Carlos Prieto” que, en su cuarta edición, se transformó en Iberoamericano; los otros dos fueron de cuartetos de cuerdas y de interpretación. En 2014 se creó el Coro y la Orquesta de la Transformación, como un proyecto social destinado a los niños y jóvenes de la comunidad de Jesús del Monte, a quienes se les ofrecen clases e instrumentos en forma gratuita.
Un proyecto reciente, que se relaciona con la vocación académica del festival, es el de la Sinfonietta: un ambicioso plan de perfeccionamiento para jóvenes del continente americano, consistente en residencias de 15 días, cuyas labores culminan con cuatro conciertos en el Festival de Verano Sinfonietta. Participan 39 jóvenes de 20 a 35 años, elegidos mediante una convocatoria. El proyecto está a cargo de Juan Felipe Molano. Otra actividad digna de mención es el Coloquio Miguel Bernal Jiménez, del cual hablaré más adelante. El Festival de Música de Morelia otorga la presea “Miguel Bernal Jiménez” a personajes sobresalientes en el campo de la música; entre quienes la han recibido se encuentran Horacio Franco y Jesús Carreño. Gracias al festival, en fin, se puede aspirar el perfume de más de tres millones de flores en la tradicional exposición de tapetes florales a cargo de los artesanos de Patamban, del municipio de Tangancícuaro.
“Los discos abrazan una selección de lo más sobresaliente del festival; cada una refleja un carácter ecléctico en autores e intérpretes, como lo es el festival mismo”.
Proyecto discográfico
Al revisar mi archivo personal, recordé los discos que ha publicado el festival. Desde su primera emisión, el proyecto discográfico ha estado a cargo de Xavier Villalpando: ingeniero de grabación y músico. Los discos abrazan una selección de lo más sobresaliente del festival; cada una de ellas refleja un carácter ecléctico en autores e intérpretes, como lo es el del festival mismo. Si alguien conoce las entrañas sonoras del festival es precisamente Villalpando: ha escuchado todas las notas del paisaje musical disfrutado durante más de tres décadas y conoce la acústica de todos los recintos de Morelia, sean teatros, salas, palacios virreinales, auditorios.
Los cinco primeros discos se titulan Selecciones del Festival Internacional de Música de Morelia 89-94. Para el V Festival (1993) se tuvo el acierto de incluir los Maitines de la Asunción (1949), de Bernal Jiménez, que de otra forma sería muy difícil de escuchar. Participan el Coro Mixto del Conservatorio de las Rosas bajo la dirección de Jesús Carreño; los organistas Alfonso Vega Núñez y José Carmen Saucedo; siendo Luis Berber el director concertador. Por su contenido y sus intérpretes, esta grabación es, igualmente, una pieza histórica[4].
El del VI Festival (1994) incluye una grabación que ya es histórica: el estreno mundial de la orquestación que hizo Bonifacio Rojas de la obra de Bernal Jiménez, Navidad en tierra azteca (1955). Interpretan la Orquesta de Cámara y el Coro del Conservatorio de las Rosas, bajo la dirección de Luis Berber.
El CD de 2010 se intitula Centenario del natalicio de Miguel Bernal Jiménez. 1910-2010, e invita al oyente a degustar once tracks con música del homenajeado.
Ahmed Anzaldúa grabó en 2015 Carteles y otras obras para piano de Miguel Bernal Jiménez. Incluye, además de Carteles, Antigua Valladolid (1954) y Ocho autógrafos juveniles (1948)[5].
El disco fue grabado en Kalamazoo, Míchigan. Vale decir que estos discos se distribuyen sin costo. Su propósito es promocionar el festival y está prohibida su venta, reproducción o ejecución pública. Sin embargo, ante la embestida de los cambios tecnológicos, habrá que buscar nuevos caminos para su divulgación.
“Llama la atención encontrarnos en el programa con Alfredo Zalce (1908-2003), pintor muralista y de caballete; grabador; escultor y orfebre; nacido en Pátzcuaro”.
Programa general
Cada año, el festival publica un programa de lujo con un formato similar al de una revista impresa, que incluye el programa general de los conciertos, las notas respectivas y las fotografías de los intérpretes; consigna las actividades paralelas y académicas; y enumera los patrocinadores institucionales y privados, así como el directorio del festival, sus colaboradores y páginas de anuncios. Llama la atención encontrarnos en el programa con Alfredo Zalce (1908-2003), pintor muralista y de caballete; grabador; escultor y orfebre; nacido en Pátzcuaro.
Año con año, Zalce iba al festival; dicen que tomaba asiento en la segunda fila del lado derecho. No es casualidad que Miguel Bernal Macouzet lo haya invitado a compartir reproducciones de su magnífica obra en los programas de lujo del festival. Emblemáticas son ya las portadas que hablan de Michoacán, en voz de un Zalce musical, confidente de su tierra. Gratísimo es –y un lujo– encontrar reproducciones suyas intercaladas en las páginas del programa, como se aprecia, por ejemplo, en las ediciones de 2004, 2005 y 2007.
La tabla siguiente registra, en forma sintética, información relevante acerca de las 14 emisiones del festival, ocurridas entre 1989 y 2015, elegida de manera aleatoria.
Datos sobre algunas ediciones del festival
Emisión |
Año |
Actividades musicales |
Artistas invitados |
Actividades paralelas y académicas |
Artículos breves |
I Festival Internacional de Música. Director artístico: Fernando Lozano. Pintura de la portada del programa: Alfredo Zalce, Janitzio, 1988. |
1989 |
29 conciertos |
484 |
5 clases magistrales 1 conferencia |
|
III Director artístico: Fernando Lozano. Pintura de la portada del programa: Alfredo Zalce, Paisaje de Morelia. |
1990 |
16 conciertos 2 recitales 1 jazz de cámara |
451 |
1 clase magistral Exposición: Obras recientes de Alfredo Zalce. Verbena popular: “Morelia 1900”. Exposición de personajes y obras del Conservatorio de las Rosas. |
Nemesio García Naranjo, “Maestro de la pulcritud y la armonía”. Miguel Bernal Jiménez, “El Conservatorio de las Rosas”. Rogelio Macías Sánchez, “Mozart, el mensajero de Dios”. Guillermo Tovar y de Teresa, “La ciudad y el humanismo”. |
IV Cinco siglos de Música en México. Asesora: Mini Caire. Pintura de la portada del programa: Alfredo Zalce, La danza del pescado. |
1992 |
8 conciertos 6 recitales |
378 |
3 clases magistrales. Verbena musical. |
Lorena Díaz Núñez, “Presencias de Bernal Jiménez en Schola Cantorum”. Rogelio Macías Sánchez, “El Festival Internacional de Música de Morelia”. |
VII Director artístico: Luis Herrera de la Fuente. |
1995 |
8 conciertos 1 recital |
493 |
Verbena popular: “Morelia 1900”. |
|
XII Consejo de 7 asesores. |
2000 |
8 conciertos 4 recitales |
236 |
Concurso Latinoamericano de Violonchelo “Carlos Prieto 2000”. Primera plática. Presentación del libro: Miguel Bernal Jiménez. Catálogo y otras fuentes documentales de Lorena Díaz Núñez. Verbena musical. 2 cursos. |
|
XIII Por primera vez se lleva a cabo en noviembre. |
2001 |
4 conciertos 1 recital 1 recital-conferencia 1 ópera |
143 |
2 clases magistrales. Exposición documental: Teresa Pomar, Julio Pomar, Olga Picún, José Pomar: un músico militante. Exposición de escultura: Elizabethross.mx. Presentación del libro: Las aventuras de un violonchelo, historias y memorias de Carlos Prieto. |
Álvaro Mutis, “La novela de un violonchelo y las memorias e historias de su feliz dueño”. |
XIV Donde la música se convierte en ciudad. Dedicado a Italia. Director artístico: Fernando Lozano. Pintura de la portada del programa: Alfredo Zalce, Morelia de noche, 1992. |
2002 |
1 gala de ópera 11 conciertos 6 recitales |
908 |
Exposición de tapetes florales: artesanos de Patamban, municipio de Tangancícuaro. Presentación de los finalistas del Premiación del I Concurso Nacional de Cuartetos de Cuerda. |
[s.a.], “Historia del Festival”. [s.a.], “Historia del Conservatorio de las Rosas”. Lorena Díaz Núñez, “Miguel Bernal Jiménez (1910-1956)”. |
XVI Dedicado a Japón. Director artístico: Fernando Lozano. Pintura de la portada del programa: Alfredo Zalce, Vendedor de pescado, 1990. |
2004 |
19 conciertos 5 recitales |
500 |
Exposición de tapetes florales: artesanos de Patamban, municipio de Tangancícuaro. IV Concurso Iberoamericano de Violonchelo “Carlos Prieto”. Presentación del libro: Como un eco lejano. La vida de Miguel Bernal Jiménez de Lorena Díaz Núñez, Exposición de cerámica y origami. Exposición de ikebana(arreglos florales). Desfile de trajes japoneses. 17 clases maestras. |
[s.a.], “Festival Internacional de Música de Morelia ‘Miguel Bernal Jiménez’ ”. Lorena Díaz Núñez, “Biografía mínima de Miguel Bernal Jiménez (1910-1956)”. |
XVIII Dedicado a Brasil. Director artístico: Fernando Lozano. Pintura de la portada del programa: Alfredo Zalce, Centinela, 1980. |
2005 |
10 conciertos 6 recitales 1 gala de ópera |
140 |
6 clases magistrales. 2 cursos. 1 conferencia |
[s.a.], “Festival Internacional de Música de Morelia ‘Miguel Bernal Jiménez’ ”. [s.a.], “Historia del Conservatorio de las Rosas”. Lorena Díaz Núñez, “Biografía mínima de Miguel Bernal Jiménez (1910-1956)”. [s.a.], “Alfredo Zalce. Artista plástico (1908-2003)” |
XIX Dedicado a la Unión Europea. Director artístico: Fernando Lozano. Pintura de la portada del programa: Alfredo Zalce, Lección de música, 1980. |
2007 |
18 conciertos 4 recitales |
534 |
La música hasta la cocina: 15 actividades. Concurso de interpretación. 1 conferencia. 5 clases maestras. 3 cursos. Inauguración de tapetes florales: artesanos de Patamban. |
Lorena Díaz Núñez, “Biografía mínima de Miguel Bernal Jiménez (1910-1956)”. [s.a.], “Alfredo Zalce. Artista plástico (1908-2003)”. |
XXI Homenaje in memoriam a Eugenio Bernal Macouzet (1948-2009): cofundador y presidente del comité organizador del festival. Dedicado al Reino Unido, Se omitió el adjetivo Internacional en el nombre del festival. |
2009 |
22 conciertos |
500 |
Exposición de tapetes florales: artesanos de Patamban, municipio de Tangancícuaro. Exposición de monografías del Reino Unido. Exposición de fotografía de Michael Calderwood. Magno desfile con gaiteros escoceses y bailarines irlandeses. Cata de whisky Cutty Sark. Concierto de The Seargent’s Band (grupo con repertorio de The Beatles). Espectáculo de gaitas escocesas del Batallón de San Patricio. Concierto de rock inglés con el grupo La Granjamona. Concierto homenaje a Queen con el grupo Queen Killers. 4 talleres. 1 curso. 1 clase magistral. |
“Eugenio Bernal Macouzet. Presidente cofundador del festival”. Lorena Díaz Núñez, “El nacionalismo hispano de Miguel Bernal Jiménez”. Javier Álvarez Fuentes, “Conservatorio de las Rosas. Morelia, Michoacán, México”. “Las mil y una Morelias de Alfredo Zalce”. |
XXVI Director artístico: Sergio Vela. |
2014 |
12 conciertos |
900 |
Exposición de tapetes florales: artesanos de Patamban, municipio de Tangancícuaro. Exposición pictórica: 26 años de acordes cromáticos. Tianguis gastronómico: “La música hasta la cocina”. 5 actividades para niños. 6 clases magistrales. 1 conferencia. I Coloquio Miguel Bernal Jiménez, “Una vida dedicada al arte musical”. Se creó la Orquesta y Coro de la Transformación “Miguel Bernal Jiménez”. Mapeo arquitectónico: Mapping3D, instalación, luz y sonido, con música de Miguel Bernal Jiménez. |
Lorena Díaz Núñez, “Miguel Bernal Jiménez”. Sergio Vela, “Presentación”. Carmen Alicia Dávila, “Conservatorio de las Rosas”. |
XXVII Consejeros artísticos: Javier Álvarez, Ricardo Gallardo y Rodrigo Sigal. |
2015 |
14 conciertos 5 recitales Zaiko Circo Danzas de Sri Lanka |
800 |
Exposición de tapetes florales: artesanos de Patamban, municipio de Tangancícuaro. Exposición escultórica colectiva, Las formas del sonido. Selección de óperas del Festival d’Aix-en-Provence. Tianguis gastronómico y bazar: “La música hasta la cocina”. 3 Actividades para niños. 3 clases magistrales. 1 Conferencia. II Coloquio Miguel Bernal Jiménez. “Su obra a través del tiempo”. |
Lorena Díaz Núñez, “Miguel Bernal Jiménez”. |
Entre las actividades académicas que se han llevado a cabo a partir de la XXVI edición, del festival en 2014, está el Coloquio “Miguel Bernal Jiménez”, que ha buscado dar a conocer sus reflexiones entre un público amplio. Surgió por iniciativa de Verónica Bernal Vargas, con el apoyo del Centro Cultural UNAM, bajo la dirección de Ivonne Zárate. Es un foro plural en el que participan tanto estudiantes como especialistas. Su propósito ha sido reflexionar, principalmente, sobre temas de historia en la música mexicana.
En un principio, nuestras reflexiones tuvieron como epicentro a Miguel Bernal Jiménez y a Morelia; por lo tanto, empezamos con un enfoque microhistórico que se ha ido ampliando en las emisiones subsiguientes. A partir de entonces, y durante siete emisiones, hemos dialogado acerca de temas interconectados, convencidos de que el devenir de la vida musical en Morelia y en México puede comenzar a escucharse a partir de un personaje y su entorno, y proseguir sin ataduras.
La buena recepción que ha tenido el coloquio pone de manifiesto el interés que hay sobre la investigación musical. Su realización se suspendió durante tres años: de 2017 a 2019. Retomamos la cuarta emisión durante la pandemia de covid que puso de cabeza al mundo entero. Tecnología, creatividad y entusiasmo se alinearon para volver a reunirnos y hablar de un tema inagotable: Beethoven. A continuación, presento un resumen de sus siete ediciones.
Coloquio “Miguel Bernal Jiménez”. Resumen
Título |
Año |
Noviembre |
Actividades |
I. Miguel Bernal Jiménez. “Una vida dedicada al arte musical”. Centro Cultural UNAM. |
2014 |
25-27 |
3 conferencias magistrales 14 ponencias 3 mesas redondas 3 recitales |
II. Miguel Bernal Jiménez. “Su obra a través del tiempo”. Centro Cultural UNAM. |
2015 |
24-26 |
2 conferencias magistrales 19 ponencias 1 concierto 2 recitales 1 video Presentación del CD: Ahmed Anzaldúa, Carteles y otras obras para piano de Miguel Bernal Jiménez. |
III. “Miguel Bernal Jiménez y sus contemporáneos”. Centro Cultural UNAM. |
2016 |
23 |
1 video 9 ponencias 1 mesa redonda 1 concierto Exposición de publicaciones: La música en papel. |
“Impresos musicales en México, siglos XIX y XX”. Centro Cultural UNAM. |
2017 |
Cancelado por motivos ajenos al coloquio |
|
IV. “250 años con Beethoven”. Centro Cultural UNAM. |
2020 |
12 y 13 Modalidad virtual. |
5 conferencias 17 ponencias 1 mesa redonda 3 audiciones guiadas 1 concierto |
V. “Del pergamino a la web: más de 500 años de documentación musical en México”. Centro Cultural UNAM. |
2021 |
16-18 Modalidad virtual. |
5 conferencias 23 ponencias 1 mesa redonda 1 concierto |
VI. “La composición musical en México, siglos XIX y XX. Mario Lavista (1943-2021)”. Enrique Santos (1930-2022); in memoriam. Centro Cultural UNAM. |
2022 |
15 y 16 Modalidad híbrida. |
8 conferencias 15 ponencias 1 video 2 conciertos Presentación del CD: V. Ibarra, H. Vázquez, H. Paredes, A. Fuentes, J. Torres-Maldonado, Nueva música mexicana para cuarteto de saxofones. |
VII. In memoriam, Javier Álvarez (1954-2023). Centro Cultural UNAM. |
2023 |
14 Modalidad híbrida. |
3 conferencias 5 conversatorios 2 videos 1 concierto |
La tercera generación
Hija de Miguel Bernal Macouzet, Verónica Bernal Vargas ha sido directora del festival durante 16 años. Su reto más grande fue sacarlo a flote cuando murieron, primero su tío Eugenio y, dos años después, su padre; en el funeral escuchó decir a una persona que, sin duda, el festival moriría. No obstante, ella tuvo la convicción de que “el proyecto no iba a morir con ellos” y pensó: “En su honor, lo haré crecer”[6]. El festival sigue en pie, superando crisis de toda índole. Verónica no está sola: familia, músicos, instituciones públicas y privadas, y los melómanos de México la respaldan; además de su hermano Ricardo, que preside el consejo directivo del festival.
La tercera generación de la familia Bernal Macouzet ha sabido guiar a un equipo de trabajo para consolidar el Festival de Música de Morelia “Miguel Bernal Jiménez” como uno de los mejores festivales de música de concierto de México. Sin duda, es el único que durante 35 años consecutivos ha estado a cargo de la misma familia.
Responsabilidad, alegría y gratitud han guiado el camino de Verónica. ¿Cómo se imagina el festival en diez años? Se imagina llevar a cabo producciones propias, entablar alianzas con grandes festivales del mundo, hacerlo conocer en todo el continente y llevar extensiones a otros estados.
[1] Archivo Miguel Bernal Jiménez (AMBJ). Carpeta 1954. “El Festival de Morelia”.
[2] Kitty era el apelativo cariñoso de María Cristina Macouzet Muñoz (1921-2019).
[3] Miguel Bernal Macouzet, En memoria de Miguel Bernal Macouzet, Festival de Música de Morelia, en YouTube, 14 de febrero de 2013. Disponible en: <https://youtu.be/6-20yB5mlWU?si=XNZT9oEa1ZSn1n0S>.
[4] Bonifacio Rojas (1921-1997), Alfonso Vega Núñez (1924-2015), Luis Berber (1927-2004) y Celso Chávez (1925-2006) fueron alumnos de Bernal Jiménez en la Escuela Superior de Música Sagrada y en el Conservatorio de las Rosas.
[5] La suite fue nombrada, primeramente, Los siete amigos de Juanito (1948). Posteriormente, apareció publicada como Ocho autógrafos juveniles,con “Fu Man Chu” como pieza agregada.
[6] Agradezco a Verónica Bernal por compartir conmigo estos recuerdos; y a Ilse Calderón, por la digitalización de las portadas.