Las urracas abandonan las copas de los árboles de nanche del jardín de Jiquipilas donde los altavoces reproducen la belicosa voz de Pablo de Rokha recitando “Canto del macho anciano”:
Sentado a la sombra inmortal de un sepulcro, o enarbolando el gran anillo matrimonial, herido a la manera de palomas que se deshojan como congojas, escarbo los últimos atardeceres.
El disco con la grabación de Pablo de Rokha llegó a manos de Hermelindo Oliva gracias a que Bruno Montané y Roberto Bolaño se lo regalaron a Óscar Oliva durante una visita a su oficina del Departamento de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes. El regalo era innecesario; sin embargo, mejor aceptarlo, preferible llevar la fiesta en paz con esos poetas pendencieros que tenían como lema “Partirle su madre a Octavio Paz”. En la mesa, alguien se pregunta por el destino de los poetas infrarrealistas, otro recuerda el incidente en que los detectives salvajes de Bolaño llegaron al Encuentro de Generaciones, un recital poético que incluía la participación de Octavio Paz y David Huerta. Paz leía el poema “La vista, el tacto”, Jesús Luis Benítez interrumpe la lectura, Paz enfrenta a Benítez, quien estaba borracho y lo reta, el infrarrealista finalmente es sacado de la sala y la lectura se reinicia con Octavio Paz sentenciando “El alcoholismo no disculpa la estupidez”.
Poetas del Mundo Latino
El Encuentro de Poetas del Mundo Latino es una reunión nómada que, afortunadamente, se vuelve a encontrar con Aguascalientes. La iniciativa de Marco Antonio Campos y Sanda Racotta, promovida desde el Seminario de Cultura Mexicana, se realiza desde 1986; en 2012, Aguascalientes se convirtió en la sede de este encuentro y durante varios años se entregó el premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval a dos poetas, uno mexicano y otro extranjero que escribiera en lengua romance.
En el 2019, Marco Antonio Campos informó que “debido a los durísimos recortes de presupuesto, no será posible realizar el Encuentro de Poetas del Mundo Latino 2019 ni otorgar el Premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval”; la reunión ya no contaba con el apoyo de las autoridades culturales de Aguascalientes.
Capital Americana de la Cultura
El 22 de enero de 2023, la gobernadora Teresa Jiménez Esquivel anunció que Aguascalientes había obtenido el nombramiento de “Capital Americana de la Cultura 2023”; en realidad fue un convenio publicitario con una desconocida asociación civil española que se hace llamar Bureau Internacional de Capitales Culturales y cobra alrededor de diez mil euros a las ciudades para ser candidatas a esta designación que, bien a bien, no se sabe de qué se trata ni qué beneficios traerá a la cultura en la entidad.
Hasta el momento, la designación de Capital Americana de la Cultura ha funcionado como una marca publicitaria que se coloca en toda clase de actividades. En los hechos, la política cultural de Aguascalientes pasa por un bache en el que los funcionarios menores de la administración estatal se enfrentan a los promotores culturales para sacarlos del espacio público y colocar ; la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes sufre severas deficiencias y una mala administración; la dirección del Instituto Cultural de Aguascalientes no ha establecido mesas de diálogo con la comunidad artística, sino que se dedica a complacer a los funcionarios en turno que confunden cantidad con calidad. A la administración estatal le fascinan los mega eventos, una etiqueta usada en las convocatorias a las actividades donde se presenta la gobernadora; por eso sorprendió que se anunciara el regreso del Encuentro de Poetas del Mundo Latino a la ciudad.
Ciudad de la poesía
En los primeros días de octubre se dio a conocer el programa de la edición XXI del Encuentro de Poetas del Mundo Latino; autores de Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Cuba, Honduras, Italia, Quebec y México se reunirían en esta ciudad para rendir homenaje a Óscar Oliva.
El Encuentro dio inicio en el Museo de Aguascalientes con la entrega de la Venera y la Medalla a la Divulgación de la Poesía Mexicana a Walter Raffaelli, editor italiano de poesía mexicana en Europa. La inauguración estuvo a cargo de Alejandro Vázquez Zúñiga, director general del Instituto Cultural de Aguascalientes; Fernando Fernández, miembro titular del Seminario de Cultura Mexicana; y Sofía Ramírez, coordinadora del CIELA “Fraguas”, quien reseñó la trayectoria de Walter Raffaelli.
Tras la entrega del reconocimiento al editor, se dio paso a la primera mesa de este encuentro, moderada por José María Espinasa, y en la que participaron Juan Manuel Roca (Colombia), Víctor Rodríguez Núñez (Cuba), Carolina Zamudio (Argentina) y, de México, Enzia Verduchi y Juan Carlos Quiroz.
En México se multiplican los encuentros de poesía, en centros académicos, monotemáticos, en homenaje a alguien o para destrozar algo, en conmemoración a una figura o una ciudad, y está bien, nunca serán suficientes, basta con observar cómo inciden en la restauración del tejido social, la posibilidad de acercar a la literatura a las personas e incrementar el conocimiento… Sin embargo, esa no es su mejor cualidad. Al ser el poeta la voz de la tribu, colocar en el centro del foro al poeta para que comparta su creación devuelve la poesía a sus orígenes: el canto alrededor de la fogata. Esa es la experiencia que se ofrece a los asistentes. También se puede hablar desde la perspectiva de los poetas, los niveles de emoción de un autor que al finalizar su lectura levanta los ojos para encontrarse con una mirada y reconocer si ha acertado o no; atender las reacciones del público cuando se traduce al español un texto originalmente escrito en italiano y escucharse en otro idioma; la satisfacción que implica ser reconocido como poeta por sus pares, como la expresada por Mariana Torres y Juan Carlos González, autores de Aguascalientes que fueron invitados por primera vez a este encuentro; o tras bambalinas, la fiesta permanente en que los poetas convierten las conversaciones e intercambios entre ellos.
Al ser el poeta la voz de la tribu, colocar en el centro del foro al poeta para que comparta su creación devuelve la poesía a sus orígenes: el canto alrededor de la fogata”.
Lo más relevante son los asistentes, desde el seguidor de un poeta que goza la oportunidad de escucharlo en voz viva hasta el despistado que ve el Museo de Aguascalientes abierto e iluminado, en un horario inusual, y por curiosidad entra al recinto para encontrarse con alguien leyendo poesía.
El jueves 19 de octubre, las dos mesas de lectura se realizaron en el CIELA “Fraguas”. En la primera de ellas, moderada por Mary Tony Montes, participó un grupo de poetas mexicanos: Leticia Herrera, Rodolfo Mata, Silvia Eugenia Castillero y Juan Carlos González. Mientras que en la segunda, moderada por José Manuel Miranda, a los mexicanos Eduardo Vázquez Martín, Luis Vicente de Aguinaga y Mariana Torres, se unió Horacio Benavides desde Colombia.
El viernes 20 de octubre, en el patio de presentaciones de la Infoteca de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, el Encuentro organizó una actividad en homenaje a David Huerta, en el que participaron Eduardo Vázquez Martín, Fernando Fernández, José María Espinasa y Edilberto Aldán, con la moderación de Adriana Álvarez. La actividad fue una especie de intervención artística pues la mesa en que se rememoró la obra y persona de Huerta se instaló en un espacio habilitado para que los universitarios puedan hacer comunidad. Más de un estudiante dejó los auriculares o la tertulia y se acomodó para escuchar lo que otros tenían que decir sobre el autor de Versión, incluso interrogar a alguno de los poetas del encuentro mientras ordenaban una bebida en la cafetería de la Infoteca; o comprar una edición de Escrito en Tuxtla y solicitar a Óscar Oliva una dedicatoria.
Por la tarde, ya de nuevo en el CIELA “Fraguas”, se organizaron dos mesas de lectura más, la primera moderada por Analú Topete en la que participaron los mexicanos Roberto Rico, Xitlálitl Rodríguez Mendoza, Fabián Espejel y Paloma Mora, desde Honduras leyó Melissa Merlo. En la segunda mesa se presentaron, desde Ecuador, Iván Oñate y con la moderación de José Luis Justes, leen José de Jesús Sampedro, Julia Santibáñez y Arlette Luévano.
El sábado 21 de octubre, última jornada del encuentro, las mesas de lectura se trasladaron de nuevo al Museo de Aguascalientes. La primera sesión la moderó Marcela Zárate y participaron Laura Garavaglia (Italia), Pedro Serrano (Canadá), así como los mexicanos Florencio Salazar Adame y Maricarmen Velasco.
Como en todas las jornadas, entre mesa y mesa se realizó un breve receso. Además de estirar las piernas uno puede aprovechar la presencia de Agustín Jiménez, poeta y librero, que invariablemente viaja con el Encuentro de Poetas del Mundo Latino.
Escrito en Tuxtla
El sábado por la noche, la última mesa de lectura fue moderada por Fernando Fernández, participan Emilio Coco (Italia), Yanko González (Chile), y por México, Nadia Escalante y Francisco Martínez Farfán. El Encuentro de Poetas del Mundo Latino llegó a su fin, tras la séptima mesa de lectura. Jose María Espinasa presentó brevemente al homenajeado Óscar Oliva. Es difícil escapar al lugar común, la forma más sencilla de describir el estado anímico del poeta es que se encuentra visiblemente emocionado tras las palabras de presentación, y se enfrenta a una centena de asistentes que entraron al Museo de Aguascalientes para escucharlo. El poeta agradece, ocupa su lugar y antes de comenzar su lectura, hace referencia a su padre y a su abuelo, Hermelindo Oliva, el hombre que sólo leyó un libro en su vida, El Quijote, el mismo que llevó la voz de Pablo de Rokha a un jardín de Jiquipilas.
Óscar Oliva comenzó la lectura de algunos fragmentos de Escrito en Tuxtla, “un libro intrincado, hondamente emotivo, escrito y estructurado como suele hacer el poeta chiapaneco en algunos de sus libros, combinando el verso largo, el verso breve, el poema en prosa”, como lo describe Marco Antonio Campos.
Nuestras voces se encuentran
Junto con el programa del XXI Encuentro de Poetas del Mundo Latino se repartía a los asistentes un separador de libros con los datos básicos de las diferentes actividades, una fotografía del poeta chiapaneco y en el reverso de la papeleta unos fragmentos de su “Materia nombrada”:
Nuestras voces se encuentran
como nuestros cuerpos
hundiéndose en la claridad
donde nada podemos ver
pero que al sentir
estamos viendo,
oyendo todo
pegados a esa oscuridad
que hablamos para no decir nada
Ya no quedan poetas ni escuchas en el Museo de Aguascalientes, cerca de la entrada, en el suelo, hay un par de separadores del Encuentro de Poetas del Mundo Latino, una ráfaga de viento los lleva del otro lado de la calle. Mañana, seguro, alguien los levantará y no podrá evitar leer a Óscar Oliva; se cumplirá, así, un propósito: el de conectar a los poetas con los lectores.